Armando Romero
Mi irreverente perro insurgente, desde su casucha sumergida asomando su cabeza dura...oteando los vientos de este Chile, con vista a la miseria humana, donde el olvido pareciese laudar en la memoria colectiva, mientras los rejuntados se ufanan de su auto denominada “nueva mayoría”, sustentada en un la minoría de electores...desde su balcón ve a los portuarios movilizados, mientras el gobierno amenaza con más represión y corre a proteger los intereses del empresariado...será que el saliente presidente es un empresario. Fiel a su estilo gerencial en estos días, efectúa un consejo de ministro en la cuna, de lo que fue el poder latifundista de Chile.
En San José del Carmen del Huique, Piñera nos habló de la grandeza de esa historia de explotación de los campesinos, de la grandeza de un patrón de fundo, que llego a ser presidente de Chile, Federico Errázuriz Echaurren, representante de esas familias latifundistas que eran dueños de los campos y sembraban la miseria entre los campesinos.
Mi perro sacudiendo más de algunas pulgas, recuerda la primera huelga legal campesina en Chile bajo la Ley de Sindicación Campesina de 1967. El conflicto, que tuvo lugar en el fundo San Miguel (V Región)entre los meses de junio y agosto de 1968, también fue la primera tentativa realizada por el Partido Socialista chileno para implementar su estrategia revolucionaria rural con los campesinos del valle central.
Desde los archivos extraviados mi perro saca el nombre, de ‘Aníbal Ruiz’ un joven militante socialista de esos años, con formación militar en Cuba...miembro de la frente interno del PS.
La ocupación del fundo San Miguel, formaba parte de un plan de agitación y de organización del campesinado chileno.
Se conformaron tres grupos de combate... El primer grupo de batalla quedó al mando de ‘Raúl Marcos’, un estudiante que hasta septiembre de 1973 perteneció al Frente Interno del Partido Socialista. El segundo fue dirigido por ‘Jorge
Cerda’, qué en 1968 tenía poco más de 20 años. Nacido en una familia de clase media santiaguina, desde niño había pertenecido al Partido Socialista, tenía entrenamiento paramilitar y era eximio karateca. La tercera brigada fue
Comandada por ‘Juan Herrera’, jefe del aparato militar del regional Aconcagua del Partido Socialista49. Era un obrero de San Felipe...una historia hoy en el olvido del PS.
...la historia no ilustra, para no cometer los mismos errores y aprender de las luchas de los pueblos... la oscura noche del lunes 29 de julio de 1968, se pusieron en marcha las brigadas. Todos contaban con armas y explosivos. El tercer grupo, comandado por ‘Juan Herrera’, tenía la
misión de interrumpir la única línea telefónica que comunicaba la casa patronal con el exterior. Su inexperiencia y el escaso conocimiento del funcionamiento de los teléfonos los llevó a cortar más de 100 metros de
cable52. La segunda brigada tenía como objetivo la captura del administrador Teófilo Serey: de sorpresa y sin mayores dificultades, ‘Jorge Astorga’ lo encañonó y redujo, al igual que a su mujer, quitándole una pistola. ‘Jorge
Astorga’ había nacido en un hogar campesino de la zona de Talca, poseía entrenamiento en guerrilla rural. Al mismo tiempo, el tercer grupo se acerca a la puerta que lleva a las habitaciones de Ruperto Toro, propietario del fundo. Golpean y, al abrir Toro, ‘El Viejo’ lo apunta con la metralleta y lo domina. ‘El Viejo’ fue el segundo comandante de la batalla.
A las 0.30 hora del martes 30 de julio de 1968, el fundo San Miguel ha sido tomado mediante el uso de la fuerza por los huelguistas del Sindicato Alianza, comandados por ‘Aníbal Ruiz’, secundados por los ‘jóvenes ayudistas’ del Partido Socialista de Chile.
Cabe recordar que desde Santiago se habían enviado más de quinientos efectivos policiales del Grupo Movil (hoy FF.EE) más algunas tanquetas, la zona estaba fuerte mente vigilada protegiendo a los latifundistas.
Desde La Moneda se articulan cierto llamados al dialogo y alcanzar un acuerdo, el manejo comunicacional apunta en esa dirección... La noche del 30 de julio de 1968 se llegó a un principio de acuerdoen la Gobernación Provincial de Los Andes, el que debía ser ratificado a las 18 horas del 31 de julio en la misma gobernación. Por este acuerdo los atrincherados liberaron al dueño del fundo, a quien mantenían cautivo; antes ya habían dejado salir al administrador junto a su familia.
Esa misma noche el ministro del Interior, Edmundo Pérez Zujovic, con absoluta reserva, sobrepasando el acuerdo alcanzado, ordenó al general Huerta, General Director de Carabineros, el desalojo de los campesinos atrincherados...esa era la verdadera cara represora del gobierno de Eduardo Frei.
Al amanecer del miércoles 31 de julio de 1968, más de 500 carabineros del Grupo Móvil, armados con fusiles ametralladoras, tomaron posición frente a la casa patronal y en el camino que daba acceso al lugar. En la retaguardia ubicaron las seis tanquetas de apoyo. Las fuerzas eran comandadas por el general Humberto Araya y por el prefecto de la provincia de Aconcagua teniente coronel Jorge Jiles Suazo...mi perro dice, la misma prepotencia y abuso de la fuerza que viven los mapuche en el Wallmapu.
A las 11.30 horas se confirmó desde Santiago la orden de desalojo, un oficial la comunicó por altoparlantes a los campesinos sitiados: debían abandonar inmediatamente el fundo. El jefe de los atrincherados contestó negativamente. A las 12.15 horas un oficial hizo sonar el pito de órdenes y comenzó la batalla. Un feroz bombardeo de gases lacrimógenos contaminó el aire frío de la pre cordillera; desde las tanquetas se arrojaron cientos de bombas. Los campesinos asfixiados abandonaron las primeras trincheras
y se retiraron a los refugios interiores. Desde el parapeto que daba hacia el cerro, un campesino, que no tuvo la paciencia de esperar las directrices de su jefe de brigada, arrojó una caja con granadas, inutilizando una tanqueta
que, rodeando un foso antitanques, intentaba penetrar al patio derribando la muralla. Al mismo tiempo algunos campesinos comenzaban a disparar contra carabineros. Alfredo Guerra, quien portando una carabina Winchester, entre el humo y las descargas, con absoluta frialdad, rodilla en tierra resistía el bombardeo...
Desde la casa patronal, ‘El Viejo’ disparó una ráfaga con la metralleta que portaba, los disparos se escucharon nítidos, paralizando por algunos minutos a las fuerzas policiales. Luego se hizo un silencio, silencio que anunciaba el desenlace fatal...el coraje no suplió la inexperiencia de los improvisados combatientes y el precario armamento que disponían.
Una cerrada descarga de fusiles ametralladoras anunció que los efectivos de infantería y caballería del Grupo Móvil habían pasado a la ofensiva. Las tanquetas rompieron los muros de adobe y lograron llegar al centro del patio...toda resistencia se hacía inútil, no quedaba otra salida que parlamentar la rendición.
En ese momento, los dirigentes del alzamiento intentaban evitar una masacre de campesinos. El grupo de 40 hombres que defendía la trinchera principal obedeció, arrojaron sus armas y brazos en alto se rindieron. Fueron duramente castigados por los policías. Los demás campesinos perdieron el orden, perseguidos por la caballería, grupos de ellos a pie y a caballo, trataron de escapar hacia el río y los cerros vecinos.
Se había iniciado la caza de los alzados...la captura se realizó en medio de una gran violencia física descargada por los carabineros contra los rebeldes.
Carabineros logró capturar a 101 de los 208 campesinos que se encontraban atrincherados en el fundo. Los detenidos fueron duramente golpeados y trasladados en buses hasta la comisaría de Los Andes. Allí los arrojaron a la piscina del recinto, que se encontraba sin agua. Un oficial de alto rango se les acercó, aprovechando la situación en que se encontraban, los amenazó diciendo que les iban a quemar sus casas, ‘Aníbal Ruiz’, el jefe, lo hizo callar; esto reafirmó en los campesinos su confianza en la lealtad que tenía hacia ellos la persona que los había dirigido en el combate.
Al día siguiente fueron llevados hasta la Cárcel de Valparaíso, acusados por el gobierno de infringir la Ley de Seguridad Interior del Estado...mi can ladra, de haber existido la Ley Antiterrorista...se hubiese realizado todo un montaje...
La crónica de la época no habla de que La llegada al puerto de Valparaíso fue cinematográfica. A las 9.15 horas del jueves 1° de agosto, Carabineros cerró el tránsito en Plaza Victoria y Rodríguez por calle Independencia. A las 9.30, por Colón aparecieron los cuatro buses del Grupo Móvil de Santiago llevando a los 101 detenidos.
Los acompañaba una fuerte custodia de vehículos policiales de Valparaíso...se daba la imagen de la captura de peligrosos subversivos que había alterado la llamada paz pública del país. Edmundo Pérez Zujovic desde su despacho seguía los acontecimientos, de seguro se sentía satisfecho de su accionar represivo, que bien conocía el pueblo chileno.
La administración Frei Montalva y la derecha le asignaron a este hecho el carácter de un grave enfrentamiento guerrillero. El Ministro del Interior, Edmundo Pérez Zujovic, en una conferencia de prensa afirmó:
“Poderoso arsenal tenían campesinos...”. Al día siguiente, esta frase fue reproducida por todos los diarios de Santiago. Las informaciones sobre el suceso abundaban en datos confusos y conjeturas...
El confinamiento en el teatro de la Cárcel Pública de Valparaíso de los 101 campesinos miembros del Sindicato Alianza de San Esteban, de la Federación ‘Liberación’ de Aconcagua, de la Confederación Ranquil y de los ‘jóvenes ayudistas’ produjo numerosas muestras de solidaridad y hechos de protesta antigubernamental en diferentes ciudades de Chile.
La masiva huelga, que se tradujo en la primera ocupación armada y derivó en un duro enfrentamiento entre campesinos y fuerzas policiales, dio origen a una fracción militar socialista, de carácter compartimentado y secreto, que respondió al nombre de Organa. Conformado por militantes provenientes de la Comisión Agraria y la Brigada Universitaria Socialista, el grupo liderado Exequiel Ponce.
...Hernán Coloma y Renato Tata Moreau, quienes participaron activamente de esta acción armada, sería los ejecutores del campamento de Chaihuín en la selva de Valdivia...
...este mi perro se pregunta, cuando Piñera hacía referencia a señorialismo del pasado de la hacienda, con su grandes “palacios criollos” y su iglesia...de seguro no estaba pensando en la miseria del gañan que vivía en chozas de paja y piso de tierra...
El presidente empresario, eligió este feudo del latifundismo chileno, para reunirse con su gabinete, donde se abordaron temas eminentemente políticos en relación, a proyectar la imagen de Piñera...en esta hacienda que representan, los ideales de esa clase política, con aires de vetusta aristocracia criolla, donde se acuno el poder político de la derecha chilena...a no dudar para Piñera Federico Errázuriz Echaurren, presenta un modelo señorial del poder de los patrones, que en esta ostentosa hacienda, con majestuosas casa y bien alhajadas, se expandió la clase rica en sus granjerías, a costa de la miseria del campesinado.
Hoy este Chile ha cambiado sin lugar a duda, más la explotación a los trabajadores forma parte intrínseca, de los empresarios y las transnacionales...lo podemos constatar en la situación, que viven los trabajadores portuarios, movilizados a los largo de Chile.